lunes, 5 de octubre de 2009

África


Este continente no sólo tiene nombre de mujer, si es cierto que existe el alma y, además, fuese posible atribuírsela a los continentes o países , podríamos decir que Africa tiene, sin duda, Alma de mujer.
No es una afirmación gratuita ni estéticamente correcta, tiene un porqué. En el orden que le hemos atribuido al mundo y a las sociedades en general siempre hay quien está a un lado y a otro de la raya; siempre hay quienes están sobre algo y/o alguien, y quienes están bajo algo y/o alguien. A África le dieron el papel de debajo, a África la subordinaron.
¿Lo dudáis?

A África no se le pregunta para tomar las grandes decisiones aunque, por supuesto, éstas le van a afectar; a África no se le permite trabajar fuera de casa, lo suyo es la economía de subsistencia. Para África se reserva lo domestico, el cuidado de sus hijos, de las enfermedades, que no son pocas, a África no se le permite ir demasiado a la escuela, y a la Universidad ni te cuento. África sufre violencia, todos los días lo vemos en la televisión y nadie hace nada para erradicarlo. Ni que decir tiene que, a África, se le excluye de los comités de dirección, las cumbres internacionales, y todo eso a pesar que las reglas de proporcionalidad y representatividad le darían la razón.

A África sólo se le permite ser “madre” y “esposa”, para hacerlo todo siempre necesita ir acompañada. Si África sueña con el desarrollo, habitualmente, lo hace pensando en marcharse porque dentro siempre le han dicho que es imposible, y de tanto escucharlo lo ha creído.
A África no se le da ni confianza…..a África no se le permite vivir y acceder a todos los recursos en igualdad de oportunidades, y eso que la ley le ampara.
... las mujeres, en especial las africanas, ¿cómo están y qué son ellas?

Por supuesto están por debajo, ellas son el sur del sur. En el orden que le damos a todo, ellas están debajo de lo que ya está debajo.
Hay un estudio que revela que el 80% de las mercancías que se mueven en África lo hacen en la cabeza de las mujeres.
Y es cierto.
Mientras seguimos escuchando que las mujeres “no trabajan”, que eso es cosa de los maridos, ellas sólo cuidan de los hijos e hijas, van al campo, preparan la comida, arreglan la casa, hacen verdaderas maravillas para cuadrar las cuentas, son las médicos y farmacéuticas, por supuesto lavan tienden y, si hay , planchan…..bueno, esto y todas las cosas que hacen las mujeres; 
Ya, al menos, la mayoría van a la escuela, algunas irán al instituto y unas pocas a la universidad, pero, en el subconsciente de todas y todos está que,  realmente, lo que deben hacer es casarse….tampoco es fácil tener más opciones.

¿Véis como es cierto que África no sólo tiene nombre de mujer ?

El avance de este continente y la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres no puede ser liderada por personas ajenas. Por hombres y mujeres que no conozcan y vivan estas tierras, sus costumbres, tradiciones, organización…..

Un mal muy común que a lo largo de toda la historia de la humanidad nos ha caracterizado a los países del norte y por extensión, continuando con el símil que hemos cogido, a los hombres, es creer que la solución a todo pasa por nuestras manos; nuestros criterios, nuestras opiniones y nuestra concepción del mundo. Esta no es la mejor manera de hacer las cosas.
Por ello, y habiendo hablado de cómo está la situación no se pueden hacer teorías, ni  planificar o especular sobre cómo tiene que ser el futuro desde " el norte". Tenemos la responsabilidad de acompañar, fortalecer y contribuir al proceso de desarrollo por una cuestión de justicia, pero estas mujeres y este continente deben tener la oportunidad de decidir sobre ellos mismos, porque, aunque haya quien lo dude, son ellas, las mujeres , las únicas dueñas de ellas mismas, y los africanos y africanas los responsables de dibujar su destino.